La bodega surgió en el año 2009, ya que deseábamos reflejar nuestra tradición familiar, nuestro legado, nuestro entorno , nuestras creencias, todo aquello que teníamos alrededor nuestra y nos apasionaba e inspiraba y que queríamos compartir. Asimismo nos preocupaba la alimentación sana y saludable, el cultivar de una manera responsable y sostenible con el medio ambiente

La pasión por el mundo del vino viene de nuestro padre, que comenzó ya hace cuarenta años, plantando uva albariña en la subzona del condado de la denominación de origen Rias Baixas en las 2 hectareas que poseía la familia.
Somos la segunda generación de la familia, que se ha preocupado por recuperar nuestro eco-terroir propio.

Nuestro proyecto se fue gestando poco a poco, con la idea de elaborar un vino de calidad y asimismo saludable. Así pretendiamos la integración del cultivo con el medio que le rodea. Esta idea de conservar la naturaleza y cultivar con ella y no contra ella, es lo que nos hizo apostar por la agricultura ecológica. Así dentro de la herencia que habíamos recibido, aportar nuestro granito de arena en el cultivo de una producto sano y en equilibrio con la naturaleza

Certificamos nuestros terrenos como agricultura ecológica, , cuyas cepas ya tenían una antigüedad de 40 años . Adquirimos más plantaciones de 15 años de antiguedad que también convertimos a la ecológica. Finalmente, y con bastante dificultad, en una zona como la nuestra donde existen sólo pequeñas parcelas, juntamos una extensión propia de 5 hectareas, donde realizamos un cultivo diario con atención y esmero y por supuesto con mucho cariño, de donde se obtiene la uva albariña ecológica de la que finalmente se elabora CORISCA.